Thursday 28 January 2010

ANALISIS GLOBAL

Columnas que examinan las principales notas de la coyuntura mundial por Isaac Bigio, articulista de varios diarios iberoamericanos.
27- Enero-2009


Indonesia y Haití

Se estima que en el sismo del 12 de enero en Haití han muerto más de 200,000 personas. Solamente en su capital Puerto Príncipe ya se han encontrado más de 150,000 cadáveres.

Si la cifra final supera a las 250,000 fatalidades (cosa que esperamos no suceda), éste podría ser el segundo terremoto más asesino de la historia (por encima de los de Turquía 526, Siria 1138 y China 1920 y 1976).

Este ha sido el sismo más mortal que hayan tenido las Américas, aunque no haya sido geológicamente tan terrible. Este tuvo una escala de 7 grados, lo que implica que ha sido varias veces menos poderoso que los que sacudieron a Chile en 1906 y 1960, a Colombia y Ecuador en 1906 y en 1970 a Colombia y al Perú.

Cada año se producen en el planeta un promedio de 120 terremotos que varían entre los 6 y 6,9 grados. El sismo haitiano no llegó ni al 5% de la potencia telúrica que tuvo el de Indonesia de la navidad del 2004. Por fortuna la intensidad del cataclismo haitiano no tuvo un alcance internacional ni generó un tsunami.

Sin embargo, la situación de Indonesia y de Haití después de sus catástrofes es muy diferente. Mientras en el primero los socorristas extranjeros fueron limitados y menos del 1% de los indonesios fueron damnificados (y por estar en zonas rurales se tuvo la ventaja de que las principales ciudades, que no fueron afectadas, organizaran la ayuda), en el segundo caso la capital y la infraestructura gubernamental ha colapsado (a punto que el gabinete no puede sesionar en palacio o en los ministerios), uno de cada tres haitianos está damnificado y se espera que en Haití acaben habiendo entre 20 y 30 mil tropas foráneas.

El factor que más muertes ha producido en Haití ha sido el de la gran pobreza de sus construcciones y de sus servicios de emergencia. El cataclismo telúrico no ha sido tan grande como el subsiguiente cataclismo social y económico.

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